dilluns, 17 de novembre del 2014

Les ensenyances d'en Victor Frankl

Avui m´ha vingut al cap el Victor Frankl. Jo no en sabia res d´aquesta persona fins que el va esmentar el coach i conferenciant Stephen R. Covey en el seu llibre "Los 7 hábitos de la gente áltamente efectiva",  (pàgina 97 del llibre en paper).
ENTRE ESTÍMULO Y RESPUESTA
Para responder a estos interrrogantes, permítame el lector que comparta con él la historia ejemplificadora de Victor Frankl.
Frankl era un determinista, educado en la tradición de la psicología freudiana según la cual lo que nos sucede de niños da forma a nuestro carácter y personalidad, y gobierna básicamente la totalidad de nuestra vida. Los límites y parámetros de nuestra vida estarían fijados y, en lo esencial, no sería mucho lo que podriamos hacer al respecto.
Frankl era también psiquiatra y judío. Estuvo encerrado en campos de concentración de la Alemania nazi, donde experimentó cosas tan repugnantes para nuestro sentido de la decencia que incluso repetirlas aquí nos provoca zozobra.
Sus padres, su hermano y su mujer murieron en los campos, en cámaras de gas. Con la excepción de su hermana, perdió a toda su família. El propio Frankl fue torturado y sometido a innumerables humillaciones, sin estar nunca seguro de si en el momento siguiente lo llevarían a la cámara de gas o se quedaría entre los que se "salvaban", los cuales retiraban los cuerpos o recogían las cenizas de los condenados.
Un día desnudo y solo en una pequeña habitación, empezó a tomar conciencia de lo que denominó "la libertad última", esa libertad que sus carceleros nazis no podían quitarle. Ellos podían controlar todo su ambiente, hacer lo que quisieran con su cuerpo, pero el propio Victor Frankl era un ser autoconsciente capaz de ver como observador su propia participación en los hechos. Su identidad básica estaba intacta. En su interior él era capaz de decidir de qué modo podía afectarle todo aquello. Entre lo que le sucedía, o los estímulos y su respuesta, estaba su libertad o su poder para cambiar la respuesta.
En medio de sus experiencias, Frankl se proyectaba hacia contextos distintos; por ejemplo, se imaginaba dando conferencias ante sus alumnos después de haber sido liberado del campo de concentración. En el aula se describiría a sí mismo y expondría como lección lo que había aprendido durante la tortura.
Por la vía de disciplina de este tipo (mentales, emocionales y morales, usando principalmente la memoria y la imaginación) ejercitó su pequeña embrionaria libertad, que entonces creció, hasta llegar a ser mayor que la de sus carceleros nazis. Los nazis tenían más libertad exterior, más opciones entre las que podían elegir en su ambiente, pero él tenía más libertad interior, más poder interno para ejercitar sus opciones. Se convirtió en un ejemplo para quienes lo rodeaban, incluso para algunos de los guardias. Ayudó a otros a econtrar un sentido en su sufrimiento y dignidad en su vida de prisioneros.
En las más degradantes circunstancias imaginables, Frankl usó el privilegio humano de la autoconciencia para descubrir un principio fundamental de la naturaleza del hombre: entre el estímulo y la respuesta, el ser humano tiene la libertad interior de elegir.
 La libertad de elegir incluye los privilegios que nos singularizan como seres humanos. Además de la autoconciencia, tenemos imaginación (capacidad para ejercer la creación en nuestra mente,yendo más allá de la realidad presente). Tenemos conciencia moral (una profunda percepción interior de lo que es correcto o incorrecto, de los principios que gobiernan nuestra conducta, y de la medida en que nuestros pensamientos y acciones están en armonía con dichos principios). Y tenemos voluntad independiente (capacidad para actuar sobre la base de nuestra autoconciencia, libres de cualquier otra influencia). Stephen R.Covey

El que és interessant, si ell va poder viure en aquestes condicions tant desfavorables...



...per la resta és bufar i fer ampolles!